El estudio lo publicado por la prestigiosa revista Nature (en inglés), realizado por un consorcio internacional, revela que la cantidad de especies de flora intestinal que habitan en nuestro sistema digestivo están relacionadas con la obesidad. Los investigadores han demostrado que aquellas personas con menor número de especies bacterianas en el intestino, son más propensas a desarrollar complicaciones tales como diabetes o enfermedades cardiovasculares.
La actual vida sedentaria, acompañada de una dieta hipercalórica y con la falta de ejercicio, provoca que el número de personas que sufren de obesidad aumente cada día. Si en 2.005 se estimaban 400 millones de personas obesas en el mundo, en el 2.015 se estiman más de 700 millones, lo que implica que en 10 años el número de obesos en el mundo casi se ha duplicado.
Desde hace algún tiempo, se había observado una clara relación entre la flora intestinal y nuestra salud, y debido a ello, los científicos han comenzado a estudiar cómo se relaciona la obesidad con la flora intestinal que habita en nuestro sistema digestivo. Un estudio de la flora intestinal realizado entre 292 personas de las cuales 169 eran obesos, arrojó como resultado que aquellas personas con menor cantidad de especies en su flora intestinal, eran más susceptibles de desarrollar enfermedades relacionadas con la obesidad.
De todo esto se desprende que es más que importante cuidar las bacterias que habitan en nuestro intestino, dado que aunque aún no seamos conscientes, esta puede jugar un papel muy importante en nuestra salud a medio-largo plazo. Recordar que la flora intestinal, si bien convive con nosotros, ha de ser bien cuidada ya que nuestra relación con ella es simbiótica, es decir, nosotros les ayudamos y ella nos ayuda.
La mejor forma de proteger y regenerar nuestra flora intestinal, es el consumo de alimentos fermentados dado que cuando estos se producen de forma natural contienen microorganismos nutritivos y enzimas, así como otros elementos que ayudan a las colonias de bacterias que habitan en nuestro organismo. Yogurt, queso, chucrut, kimchi, kombucha, kéfir… son productos naturales que ayudan a regenerar nuestra flora intestinal.
Otra alternativa es la ingesta de suplementos de probióticos que aportan a nuestro organismo millones e incluso billones de bacterias listas para colonizar nuestro intestino. Sin lugar a dudas, estos complementos introducen en nuestro organismo mucha más cantidad de bacterias que las ingeridas por la dieta diaria, aunque hay que recordar que lo ideal es que sea nuestra dieta la que nos aporte las bacterias necesarias para mantener nuestra salud (y la suya).