Hasta hace bien poco se creía que los antecedentes familiares eran el factor más importante en la predisposición a sufrir una enfermedad alérgica. Sin embargo hoy, gracias a los avances científicos, sabemos que el ambiente en el que vivimos y nuestros hábitos de vida repercuten en ello de forma determinante. Concretamente, se origina a través de una vía (la cual ni siquiera la ciencia era consciente hasta hace bien poco): la microbiota intestinal, lugar donde se encuentra el mayor porcentaje de nuestras células inmunitarias. Y es que al fin y al cabo, un proceso alérgico no es ni más ni menos que un proceso inmunitario.
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¿Cómo se desarrolla una alergia?
El mecanismo de generación de una alergia es el siguiente: cuando un alérgeno entra por primera vez en el organismo de una persona predispuesta a sufrir una alergia, se produce una sensibilización y su sistema inmunitario produce anticuerpos específicos contra este elemento. En concreto, inmunoglobulinas E, también llamadas “IgE”. Y ese IgE es específico para un alérgeno concreto. Así es como se explica que algunas personas solo sean alérgicas al pelo de gato, mientras que otros lo son al pelo de cualquier animal y/o a otras muchas cosas (producen más tipos de anticuerpos IgE). Estas inmunoglobulinas E se adhieren a los mastocitos, unas células que tenemos particularmente abundantes en los pulmones, la piel, los ojos y la nariz, produciendo histamina, una sustancia mediadora de la inflamación. Y es por eso que los molestos síntomas de picor se localizan en esos órganos, dando lugar a estornudos, tos seca, secreción nasal, picor o lagrimeo de ojos, sensación de picor en el paladar y en la garganta, eczemas y rojeces cutáneas, etc.
Con la llegada de la primavera, somos muchos los que comenzamos a sufrir los estragos de la polinización de estas variedades de plantas altamente alérgenas. En España 1, los ejemplos más comunes que podemos encontrar en las ciudades y áreas urbanas son: el plátano de sombra, diversas oleáceas como el arbusto del aligustre, el olivo, las parietarias, el abedul, el aliso, la encina, el castaño, el álamo y el fresno. A ellos se suman las famosas gramíneas (la mayor parte de las personas alérgicas lo son a estas plantas), presentes en el césped de muchos parques y jardines. Esta es la razón por la cual recurrimos a los antihistamínicos para hacer frente a estos síntomas.
¿Qué son los antihistamínicos naturales?
Por norma general, los antihistamínicos son medicamentos que tratan los síntomas de las alergias bloqueando el efecto de la histamina. Los récord de ventas en esta época del año 2 son, entre otros, la ebastina y la bilastina. Pero la naturaleza es sabia y antes de que estos alcanzasen la popularidad de la que gozan hoy en día, ya existían remedios naturales capaces de revertir este proceso, además, con una ventaja añadida, y es que los antihistamínicos naturales no provocan los efectos secundarios que sí provocan los antihistamínicos de síntesis, siendo por tanto mejor opción para el tratamiento de las alergias, al tener una relación más favorable en términos de riesgo-beneficio.
Alimentación contra las alergias
Sin duda la alimentación es la base a través de la cual podemos hacer frente a esta sintomatología. Existen algunos ingredientes naturales de los cuales hablaremos en profundidad más adelante, que se encuentran de forma muy abundante en ciertos alimentos en concreto. Es el caso de la piña, interesante en este caso por su contenido en bromelina, la cebolla morada y la piel de la manzana, por ser ricos en quercetina; o las opciones interesantes que pueden brindar especias como la cúrcuma, por su efecto antiinflamatorio. A su vez, es muy importante en este aspecto limitar el consumo de alimentos especialmente ricos en histamina 3, como:
- Las bebidas alcohólicas, especialmente las fermentadas como el vino, la cerveza, la sidra o el champán;
- Los productos procesados, debido en gran medida a los aditivos alimentarios empleados en su elaboración como los embutidos, las carnes curadas y los pescados ahumados o en conserva.
- En general, cualquier producto que haya pasado por un proceso de fermentación, como los encurtidos;
- La soja en todas sus formas (bebida de soja, tofu, lecitina, brotes, yogur, salsa…), frutos secos como las nueces y los cacahuetes, los lácteos, el café, el té negro y el cacao.
- Del mismo modo, entrarían en esta lista por estar relacionados con los procesos inflamatorios el gluten y el azúcar.
Mejores hierbas y productos antialérgicos naturales
Omega 3
Existen numerosos mediadores generados a partir de ácidos grasos omega 3 (en este caso tanto DHA como EPA, ácido eicosapentaenoico) que tienen un efecto antiinflamatorio ante las alergias primaverales. De hecho, varios estudios 4 han indicado que la biosíntesis de estos mediadores está alterada en caso de sufrir dolencias como un asma grave, lo que sugiere que la inflamación crónica en el pulmón podría deberse a un intento del organismo de solventar el problema.
Quercetina
Es un flavonoide capaz de aliviar el malestar respiratorio (rinitis, asma bronquial, anafilaxia) asociado al proceso alérgico, así como las molestias oculares y cutáneas (conjuntivitis, urticaria). Incluso mejora la migraña alérgica debido a su acción antiinflamatoria 5. Su actividad antialérgica se debe a su capacidad para actuar sobre células específicas de nuestro sistema inmune, como los mastocitos y los basófilos, los cuales se encuentran en abundancia en los ojos, piel y sistema respiratorio. Estas células poseen en su superficie receptores de IgE de alta afinidad, lo que desencadena la secreción de histamina y otros mediadores de la inflamación. Tiene un papel principal en la función antiinflamatoria e inmunomoduladora, lo que la hace adecuada para el manejo de diferentes sintomatologías o la cistitis, la prostatitis, y en especial, para enfermedades como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Perilla (Perilla frutescens)
Miembro de la familia de la menta, la perilla se usa en una variedad de alimentos asiáticos para añadir sabor y color. Los extractos de perilla se han sometido a estudios como tratamiento para rinitis alérgica (fiebre del heno). Contiene altos niveles de ácido rosmarínico (también encontrado en hierbas como el romero y muchas otras plantas). El ácido rosmarínico parece tener acciones antiinflamatorias y antialergénicas 6.
Ginseng coreano (Panax ginseng)
Los gingenósidos del ginseng han sugerido en un reciente estudio 8 mejorar los síntomas y la inflamación en pacientes con rinitis alérgica.
Bromelina
Por su parte, existe evidencia científica 9 que respalda la eficacia de la bromelina en la inhibición de la sensibilización que se produce en el sistema inmunitario ante un proceso alérgico.
Grosellero negro (Ribes nigrum L. )
También el grosellero negro ha demostrado tener un alto contenido de compuestos que regulan la inflamación inducida por alérgenos, particularmente las antocianinas 10 , hecho realmente interesante frente a la alergia primaveral.
Reishi (Ganoderma lucidum)
También cabe mencionar la utilización de los hongos como remedio medicinal, lo que se conoce como “micoterapia”; de hecho, esta es otra gran aliada frente a las alergias. En concreto el reishi y el denominado “champiñón del sol” serían especialmente efectivos a la hora de modular la respuesta inmunitaria 11.
Vitaminas
Existen ciertas vitaminas que bien por su capacidad antiinflamatoria o bien por su capacidad antihistamínica, son soluciones muy eficaces para el tratamiento de una alergia.
Vitamina D
Esta vitamina ha demostrado poseer efectos antiinflamatorios en procesos alérgicos desarrollados durante episodios de asma 12.
Vitamina C
La vitamina C actúa como un antihistamínico natural al reducir la cantidad de histamina que produce el cuerpo en respuesta a un alérgeno. Y asimismo es capaz de aliviar síntomas leves como los estornudos, la secreción nasal, la congestión y los ojos llorosos debido a la rinitis alérgica 13.
Minerales
Al igual que en el caso de las vitaminas, ciertos minerales son de gran interés para abordar este problema:
Magnesio
El magnesio influye de forma importante en la liberación de histamina que se produce en los procesos alérgicos, ya que reduce la concentración de las IgE en sangre y, con ello, limita la acción histamínica. Esa es la razón, precisamente, por la que se lleva teniendo en cuenta por parte de la comunidad científica para el tratamiento de la rinitis alérgica desde hace más de 30 años (aunque no en la práctica clínica). En caso de déficit se recomienda una complementación con magnesio al menos 2 meses antes de la exposición al alérgeno, para continuar con su toma durante todo el período de alergia 14.
Zinc
Este mineral influye en la síntesis de proteínas y procesos biológicos que estimulan la regeneración de tejido de la piel, acelera la cicatrización de las heridas y juega también un papel importante en caso de acné, de eccema, de psoriasis y de dermatitis 15. Es importante tener buenos niveles de este nutriente en sangre para mejorar nuestra respuesta y recuperación en caso de crisis alérgica.
Tipos de alergias más comunes con tratamiento natural
En base a todas estas opciones anteriormente explicadas, y a modo de resumen, podemos clasificar las soluciones que nos ofrece la naturaleza de acuerdo al tipo de alergia que presentemos.
Tratamiento para la rinitis alérgica (fiebre del heno) y alergia respiratoria (polen, ácaros, pelo de animales)
Entre los síntomas más comunes sobre todo de la alergia primaveral destaca la rinitis alérgica, también conocida como “fiebre del heno”. Esta agrupa estornudos, congestión y secreción nasal y picazón en la nariz, los ojos y el paladar. Y, aunque generalmente es de carácter estacional, lo cierto es que este trastorno puede prolongarse a lo largo de todo el año cuando los alérgenos que lo causan son elementos de interior, como por ejemplo los ácaros del polvo, el moho o el pelo de los animales domésticos.
Entre los mejores remedios para ello anteriormente descritos podemos destacar la perilla (Perilla frutescens), el ginseng coreano (Panax ginseng) y la ortiga (Urtica dioca L.). También supone una ayuda extra las infusiones de tomillo (Thymus vulgaris L.) por su acción espasmolítica de las vías respiratorias.
Tratamiento para la urticaria
Para tratar las reacciones cutáneas que provocan las alergias, es importante mantener unos buenos niveles de zinc en sangre. Para el tratamiento de ronchas, eccemas, rojeces, dermatitis o piel seca a consecuencia del contacto directo con el polen, es interesante la toma de un complemento de aceite de germen de trigo 18, rico en ácido linolénico (omega 3), ácido oleico (omega 9), vitamina A y vitamina E. Lo ideal es comenzar antes de la llegada de la primavera, y continuar durante todo el período estival. Por su parte, el gel aloe vera, gracias a sus mucílagos, hidrata y reduce las rojeces provocadas por una reacción alérgica.
Conjuntivitis
Una solución clave de uso tópico para este síntoma es el Agua de Eufrasia (Euphrasia officinalis). Contiene flavonoides (quercetósidos), glucósidos como el eufrósido, ácidos fenólicos, aceite esencial, lignanos y taninos. Principios activos que la convierten en una planta astringente, antiinflamatoria, antiséptica y cicatrizante a nivel ocular 19.
Remedios caseros para la alergia
Además de una alimentación adecuada, que es el pilar para mitigar los molestos síntomas de la alergia, y de los productos naturales adecuados, podemos valernos de remedios caseros que también nos resultarán muy útiles, y que incluyen:
Infusiones para la alergia
Té verde (Camellia sinensis L.)
Las infusiones de hojas de té verde ayudan a disminuir los síntomas de la alergia causada por la polinización estacional de ciertas variedades vegetales gracias a su contenido polifenoles como las catequinas 16.
Tomillo (Thymus vulgaris L.)
También las infusiones de la sumidad florida del tomillo ayuda a mitigar los síntomas de tos seca y molestias de garganta debido principalmente a su riqueza en aceites esenciales. Estos presentan una actividad espasmolítica a nivel de las vías respiratorias, que justifica su utilización como antitusivo 17.
Ortiga (Urtica dioica L.)
Un estudio reciente 7 ha corroborado el efecto positivo del extracto seco de las hojas de ortiga para el control de los síntomas en rinitis alérgica, gracias a sus flavonoides.
Vinagre de manzana y/o aloe vera para para la urticaria
La urticaria es una reacción cutánea provocada por la alergia, que suele conllevar la aparición de dermatitis, eccema, picores y sequedad, entre otros síntomas. Para aliviarlos, podemos recurrir al gel de aloe vera, que es un conocido aliado natural de la piel, gracias a sus propiedades cicatrizantes, calmantes e hidratantes. Las friegas con vinagre de manzana, son también un popular remedio natural para la urticaria, y para beneficiarnos de su poder antiinflamatorio, podemos aplicar compresas empapadas en la zona afectada y dejarlas reposar unos minutos.
Soluciones salinas y agua de mar para la mucosidad y picor de nariz
El picor y la mucosidad son dos síntomas que suelen aparecer en las personas que sufren alergia, obstruyendo las vías respiratorias y creando irritación. Ante estas situaciones, los lavados con agua de mar son una solución eficaz cuando se quiere despejar los conductos nasales, e hidratar y calmar la zona gracias a su riqueza en oligoelementos.
¿Prefieres atajar el problema desde la raíz?
Todas estas soluciones anteriormente mencionadas pueden ser una herramienta eficaz cuando ya han aparecido los síntomas. ¿Pero sabías que también puedes preparar a tu organismo para la llegada de las alergias recurrentes, como es el caso de las alergias estacionales? Y es que el hígado, es el órgano responsable de la eliminación del exceso de histamina que se produce en un proceso alérgico. Si este no trabaja correctamente en su proceso de depuración, los molestos síntomas que provoca la alergia primaveral se ven multiplicados. Lamentablemente esto es bastante habitual como resultado de la contaminación ambiental en la que vivimos, las dietas desequilibradas pobres en nutrientes antioxidantes, el estresante ritmo de vida que podemos llevar y el posible consumo continuado de fármacos o alcohol, los molestos síntomas que provoca la alergia primaveral se ven multiplicados.
Remedios naturales que ayudan a la depuración hepática
Sin duda una alimentación rica en nutrientes antioxidantes como la que nos ofrecen las frutas y verduras, y más en concreto las crucíferas, por su contenido en glucosinolatos (col, brócoli, coliflor, col lombarda, coles de Bruselas, rábano, nabo, rúcula…), es el punto de partida. Y también podemos ayudarnos de los siguientes complementos naturales, eficaces para depurar el hígado de toxinas:
Cúrcuma (Curcuma longa L.)
Además de su poder antiinflamatorio que participa en la regulación del proceso inflamatorio que produce la histamina, favorece la función depurativa del hígado, facilitando así su eliminación 20.
Extractos concentrados de plantas que favorecen de forma acelerada la limpieza hepática
Buen ejemplo de ello son el rábano negro (Raphanus sativus subsp. niger var. Niger), el cardo mariano (Silybum marianum), el diente de león (Taraxacum officinale), la cúrcuma (Curcuma longa), la alcachofera (Cynara scolymus) y el boldo (Peumus boldus). Todas estas plantas tienen propiedades diuréticas, productoras de sales biliares, desintoxicantes y regeneradoras del hígado. Y por lo general sus principios activos -como es el caso de la silimarina del cardo mariano, por mencionar un ejemplo- activan la función hepática y detoxificadora porque contribuyen a la producción de glutatión en el hígado, fundamental para esta acción.
La N-Acetil cisteína (NAC)
Un gran antioxidante también conocido por intervenir muy eficientemente en la formación de glutatión hepático (clave para una depuración eficaz al nivel del hígado). En este caso, además, se ha investigado su efecto en el tratamiento del asma y varios estudios han sugerido el efecto preventivo de la N-acetilcisteína al evitar la acumulación de células inflamatorias en las vías respiratorias 21, lo que contribuye a mitigar las crisis de asma en sus etapas más agudas.
La L-Metionina y la L-Cisteína
Son dos aminoácidos esenciales que también pueden ayudarnos en este contexto, ya que ambos contribuyen al aumento de los niveles de glutatión hepático 22.
El ácido lipoico
Antioxidante hidro y liposoluble, tiene la capacidad de eliminar los radicales libres de manera muy eficaz y también mejora la producción de glutatión 23.
Conclusión
- Hay varias formas de hacer frente a los síntomas provocados por un proceso alérgico. Generalmente para tratar la sintomatología, en la práctica médica se recurre a los antihístaminicos para regular el exceso de producción de histamina.
- A pesar de que los antihistamínicos más utilizados sean los fármacos de síntesis, la evidencia científica respalda el uso de numerosos remedios antihistamínicos naturales con el mismo efecto terapéutico, pero con significativamente menores efectos secundarios y con mayores beneficios para nuestra salud por componentes antioxidantes.
- Existen remedios naturales especialmente indicados dependiendo de los síntomas presentados (rinitis, dermatitis, conjuntivitis).
- El hígado es un órgano clave en los procesos alérgicos, ya que es el encargado de eliminar el exceso de histamina producido en los mismos. Por tanto, su correcto funcionamiento es clave en el curso de los síntomas de alergia. Este dato es muy interesante cuando la alergia es de tipo estacional, ya que mediante una dieta rica en alimentos que ayudan a la depuración hepática, así como mediante el consumo de remedios fitoterápicos hepatoprotectores, podemos conseguir que la sintomatología sea más leve a modo preventivo.
Referencias
1. Dirección General de Tráfico (DGT). Ministerio del Interior. Gobierno de España (2017). Los meses en que hay mayor incidencia de las alergias (dgt.es). https://revista.dgt.es/es/multimedia/infografia/2017/0412-Calendario-alergias-2017.shtml
2. Statisa.es. Valor de las ventas de antihistamínicos de uso sistémico en España por laboratorio farmacéutico (2018). https://es.statista.com/estadisticas/791850/ventas-de-antihistaminicos-por-laboratorio-farmaceutico-en-espana/
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