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Tóxicos alimentarios (I)

Por todos es sabido que la industria alimentaria invierte millones de euros para investigar sobre cómo vendernos los alimentos por su apariencia, en lugar de por sus propiedades nutritivas. Los agentes sintéticos y conservantes añadidos a los alimentos en su transformación, inhiben el oxígeno, consiguiendo así retrasar la oxidación del alimento y el desarrollo de bacterias y hongos para alarga la vida útil del alimento.

Después de consumir los alimentos junto con los tóxicos alimentarios  añadidos por la industria durante su producción (conservantes, colorantes artificiales y otros químicos), nuestro organismo va acumulando todas aquellas sustancias artificiales que no sabe qué hacer con ellas, es decir, no sabe cómo eliminarlas. Estas sustancias sintéticas se quedan en nuestro organismo provocando efectos impredecibles.

Existen alimentos transformados o tratados con los que te recomendamos que tengas precauciones. Unos porque incluyen químicos tóxicos y otros porque deberías seguir algunos consejos que te explicaremos para terminar de prepararlos para su consumo. A continuación hemos creado un listado de productos típicos de supermercado que potencialmente podrían tener elementos químicos nada beneficiosos para tu salud y la de los tuyos:

  • Palomitas de maíz para microondas: cuando adquieres palomitas de maíz para microondas en un supermercado, has de saber que estas vienen envasadas en un embalaje especial para microondas. Este embalaje permiten que las palomitas queden listas para comer en unos pocos minutos, pero esto tiene un precio ya que, estos embalajes contienen compuestos perfluorados que tradicionalmente han sido utilizados para hacer que los utensilios de cocina sean anti-adherentes, y son productos químicos muy dañinos para la salud. Estos productos sintéticos pueden ser precursores de cáncer, hipotiroidismo, problemas reproductivos, defectos en el feto, problemas del sistema inmune y daños en los órganos de acuerdo a los informes científicos realizados sobre este tipo de compuestos (informe del EWG).
    Si te gustan las palomitas, siempre va a ser más saludable para tu organismo comer palomitas de maíz hechas en casa como toda la vida. Aunque no sea tan cómodo y te cueste un poco más, sin duda alguna tu salud te lo agradecerá.
  • Ensaladas de bolsa: las ensaladas de bolsa “listas para consumir” eran un capricho hace unos años de unos pocos, pero poco a poco se han ido convirtiendo en habituales de cualquier supermercado, y raro es el que no las tiene en sus estanterías de refrigerados.
    Si bien la ensalada en sí no tiene por qué contener ningún toxico, es altamente recomendable lavarlas bien de nuevo antes de ser consumidas ya que este tipo de productos manufacturados es “higienizado” utilizando hipoclorito, dióxido de cloro o productos similares, que son tóxicos para la salud. Has de tener en cuenta que cuando adquieres una bolsa de este tipo de alimentos, pueden quedar restos de productos químicos utilizados para su desinfección tras el envasado. ¿Dónde ha quedado la desinfección con un buen chorro de vinagre como se hacía toda la vida?
  • Frutas y verduras: en cuanto se realiza la recolección de una fruta o verdura, esta empieza a degenerarse en la mayoría de los casos, y en unos pocos casos como sucede con algunas frutas, sigue madurando. Arrancarlas de la tierra o del árbol, provoca que las frutas y verduras comiencen a consumirse y a acumular productos de deshecho en su interior, deteriorando su sabor y textura. Este deterioro se acelera por la acción de los microbios que están presentes en la superficie y en el aire, y que provocan que bactérias, mohos y levaduras ataquen los tejidos vegetales. Para evitar esto, la indrustria alimentaria “lava” las frutas y verduras con permanganato, un químico altamente tóxico y cuyos restos pueden quedar acumulados en la superficie del vegetal.
    Adicionamente, a algunos productos (sobre todo frutas) se les cubre con una capa de cera de subproductos petroquímicos (parafinas) con objeto de hacerlas más apetecibles. Estas parafinas contribuyen a que ingiramos más tóxicos todavía.
    Es altamente recomendable lavar cualquier fruta y verdura que vayas a consumir a no ser que estés seguro de su procedencia ecológica. También es recomendable pelar la fruta que venga con una capa de cera añadida, a pesar de que perderemos las vitaminas y nutrientes que pueda contener en la piel. ¿Has probado a dejar una manzana brillante durante toda una noche en sumergida en agua?
  • Tomate: aunque ya está incluido en frutas y verduras, el tomate tiene adicionalmente un tratamiento especial ¿cómo puede estar tan rojo y apetecible y no tener ningún tipo de sabor? ¿cómo puede aguantar tanto tiempo y tener un aspecto exterior perfecto? la sorpresa nos la llevamos cuando, en muchas ocasiones, tras haber permanecido en nuestro refrigerador durante unos días, lo partimos y nos encontramos con un interior negruzco, hueco y descolorido.
    Nada más recolectados los tomates (prácticamente verdes), son rociados con gas etileno, lo que provoca que estos se vuelvan rojos en insípidos ya que su maduración ha sido poca o nula. También son manipulados genéticamente para evitar enfermedades y que crezcan más rápido.
  • Colorante alimentario: no contentos con todos los productos químicos que incluyen los alimentos, terminamos queriendo más… y es entonces cuando compramos colorante alimentario para que el arroz se vuelva más amarillo (por lo general colorante E-102 o tartracina). La tartracina pertenece a la familia de los colorantes ‘azoicos’, muchos de los cuales han sido cuestionados por su relación con el cáncer. Teóricamente la tartracina no es uno de ellos, pero sí ha sido relacionada con alergias.
    ¿Has probado a utilizar la cúrcuma como colorante en lugar de la tartracina? El color no es el mismo… de acuerdo… pero los beneficios medicinales de la cúrcuma (digestivo, anti-inflamatorio, tónico y antioxidante entre otras) desbancan al color amarillo de la tartracina. Sabiendo que la industria alimentaria juega con nosotros, ya es hora de dejar de comer con la vista y hacerlo con nuestro sistema digestivo 😉

No queremos alargar mucho más este post, pero nos parece tan interesante para todos que seguiremos hablando de este tema.

Esperamos haya sido de tu agrado y no olvides hacer clic en “Me gusta”, de esta forma sabremos que estás interesado y nos animarás a seguir profundizando sobre este tema para proporcionarte consejos adicionales.

Alicia Navas
Fundadora de El Búho Verde, trabaja con los laboratorios de complementos alimenticios para traerte los productos naturales con las fórmulas más efectivas. Su misión también consiste en mantener una comunicación directa y fluida para asegurar el mejor servicio a los clientes de El Búho Verde.