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Diarrea del viajero o turista: causa, síntomas y tratamiento

Índice de contenidos

  1. ¿Qué es la diarrea del viajero y qué la causa?
  2. ¿Quién es más propenso a padecerla?
  3. Síntomas de la diarrea del viajero
  4. ¿Cuánto dura?
  5. Prevención
    1. Beber bebidas seguras
    2. Cuidado con la ingesta de alimentos
    3. Probióticos para la diarrea del viajero
    4. Otros consejos a tener en cuenta
  6. Tratamiento para la diarrea del viajero
    1. Medicamentos
    2. Antibióticos
    3. Vacunas
    4. Complementos alimenticios
    5. Dieta
  7. Conclusiones
  8. Referencias

En esta guía nuestro objetivo es darte a conocer todo lo que entraña este trastorno tan común que nos sucede cuando viajamos, cuál es la causa, los síntomas, y cuál es la mejor forma de abordar su tratamiento teniendo en cuenta todas las alternativas terapéuticas que se encuentran disponibles en este momento. 

¿Qué es la diarrea del viajero y qué la causa?

La diarrea del viajero, también conocida como “diarrea del turista” o “gripe intestinal”, es el problema de salud más común cuando se viaja a países con malas condiciones sanitarias. Alrededor del 40% [1,2] de los viajeros experimentan diarrea durante o poco después de viajar a los trópicos. La incidencia varía según el destino del viaje y el país de origen del viajero, la duración de la exposición y la temporada de viaje. La proporción de sexos es aproximadamente igual, existe una predisposición genética al desarrollo de la diarrea del viajero, y también se puede desarrollar más de un episodio de diarrea en un solo viaje.

Pero se ha visto que la incidencia es más alta en destinos donde las prácticas higiénicas y el saneamiento son deficientes, particularmente en aquellas regiones con climas más cálidos. Los destinos de alto riesgo, con una tasa de incidencia de diarrea del viajero mayor al 20 % incluyen África (con la excepción de Sudáfrica), América del Sur y Central, el Sur y el Sudeste de Asia, México, Haití y la República Dominicana. Los destinos de riesgo intermedio, con una tasa de incidencia que va del 8 al 20 % incluyen el sur y el este de Europa, Asia central y oriental (incluidos China y Rusia), Oriente Medio (incluidos Israel), Sudáfrica y las islas del Caribe.  En España, por ejemplo, Salmonella, Staphylococcus o Campylobacter son habituales en verano. La incidencia es mayor en los meses de verano en los mismos destinos turísticos. 

La infección se adquiere por vía oral a través del consumo de alimentos o bebidas contaminadas con microorganismos, comidas pasadas o estropeadas y/o la ingestión de sustancias tóxicas. Los alimentos con más riesgo son los que se compran en la calle a los vendedores ambulantes yen mercados al aire libre, y los más seguros son los que uno mismo cocina.  Ocasionalmente, la diarrea del viajero puede adquirirse al manipular objetos contaminados o al tragar accidentalmente agua contaminada de piscinas y otras fuentes recreativas de agua. 

Es importante mencionar que los insectos, en particular las moscas, son vectores importantes de algunos patógenos transmitidos por los alimentos. En general, los patógenos se pueden identificar en aproximadamente el 85% de los casos. 

Las bacterias representan hasta el 90% 2 de los patógenos identificados para la diarrea del viajero, siendo la Escherichia coli, especialmente la E. coli enterotoxigénica (ETEC), el patógeno más común que causa este tipo de diarrea en todo el mundo, responsable del 30 al 60% de todos los casos. Otros patógenos bacterianos que comúnmente la causan son otras variedades de E.coli, la Salmonella, la Shigella spp,el Campylobacter spp y la Yersinia enterocolitica. Y, en menor medida, los viajeros que toman medicamentos para la profilaxis de la malaria o antibióticos pueden desarrollar diarrea debido a la acción de Clostridium difficile. Por otro lado, la infección por especies de Vibrio a menudo se asocia con la ingestión de mariscos crudos o parcialmente cocidos.

Paralelamente, existen parásitos 2 como Giardia lamblia (también conocida como Giardia intestinalis), que aunque son las causas menos comunes, su importancia aumenta cuando la diarrea dura más de dos semanas. 

En cualquier caso, esta diarrea no es un problema grave en la mayor parte de los casos, ya que el cuerpo finalmente se adapta a los cambios en los microbios y el entorno, pero puede provocar cambios en los itinerarios de viaje y 2 o 3 días de reposo en cama en el 30 % de los casos. 

¿Quién es más propenso a padecerla?

El riesgo de contraer diarrea del viajero es mayor para los viajeros de un país desarrollado que visitan un país en desarrollo.  Por el contrario, el riesgo es menor para los viajeros de un país en desarrollo que visitan otro país en desarrollo, posiblemente debido a la exposición previa y la subsiguiente inmunidad a los patógenos agresores. 

Los niños, especialmente los más pequeños, corren un mayor riesgo debido a su curiosidad natural y propensión a tocar indiscriminadamente varios objetos, llevándolos a la boca. Además, son menos selectivos en el tipo y la fuente de los alimentos que consumen, no suelen recibir asesoramiento médico antes del viaje y es menos probable que se adhieran constantemente a las medidas de higiene recomendadas. 

Otros factores de riesgo incluyen:

  •  Hipoclorhidria gástrica
  • El uso de antiácidos (especialmente inhibidores de la bomba de protones)
  •  Condiciones médicas preexistentes (por ejemplo, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, inmunodeficiencia) y hábitos alimenticios aventureros. 
  • Condiciones pobres de higiene. En general, los “mochileros” también corren un mayor riesgo que los que se hospedan en hoteles, lo que posiblemente refleja diferentes estándares de higiene.

Síntomas de la diarrea del viajero

La mayoría de los episodios de diarrea se desarrollan durante los primeros días de exposición después de la llegada a un país extranjero, y más del 90 % de estos episodios se desarrollan dentro de las dos primeras semanas de exposición 2. La mayoría de los patógenos causales bacterianos y virales tienen un período de incubación de menos de 24 horas, siendo el período de incubación de Campylobacter jejuni el más prolongado, de 3 a 10 días 2. Por otro lado, los períodos de incubación de Giardia lamblia y Entamoeba histolytica son de 3 a 25 días y de 2 a 4 semanas, respectivamente 2 .

La diarrea es acuosa en aproximadamente el 86% de los casos; siendo en menor medida, mucosa o sanguinolenta. Aproximadamente el 3 % de los afectados tienen más de 10 deposiciones líquidas cada 24 horas 2, mientras que la gran mayoría de ellos suelen reportar de 3 a 5 deposiciones líquidas cada 24 horas. 

Cabe destacar que los síntomas varían según el patógeno causante 2. Característicamente, la infección por E.Coli enterotóxica se presenta principalmente con diarrea acuosa sin sangre en las heces ni fiebre. Yersinia enterocolitica, C. jejuni y Shigella dysenteriae, por otro lado, a menudo causan diarrea similar a la disentería, con heces sanguinolentas, fiebre, urgencia fecal y calambres abdominales. Los vómitos son característicos de la infección por el virus de Norwalk y el rotavirus, mientras que la diarrea acuosa profusa se observa característicamente en la infección por Vibrio cholerae, Cyclospora cayetanensis y Cryptosporidium parvum. Y sin embargo, los síntomas gastrointestinales superiores, como náuseas, hinchazón, eructos, vómitos y dolor abdominal, se observan típicamente en pacientes con giardiasis. 

La deshidratación con o sin desequilibrio electrolítico es la complicación más común, particularmente en niños 2. Las soluciones de rehidratación inadecuadas (contenido de glucosa excesivamente alto o contenido de electrolitos excesivamente bajo) pueden agravar el problema.

Otras complicaciones 2 menos comunes incluyen sepsis, síndrome urémico hemolítico, síndrome del intestino irritable postinfeccioso, colitis por C. difficile (después del uso de antibióticos), síndrome de Guillain-Barré (después de una infección por C. jejuni), artritis reactiva (a menudo asociada con HLA-B27) , miocarditis aguda (rara vez después de una infección por C. jejuni) y pérdida permanente de la memoria a corto plazo (después de una intoxicación por mariscos).

Diarrea del viajero síntomas

¿Cuánto dura la diarrea del viajero?

La diarrea del viajero suele ser autolimitada. Si no se trata, aproximadamente el 50% de los pacientes se curan espontáneamente en 48 horas y, en la mayoría de los pacientes, la duración promedio de la diarrea es de 4 a 5 días 2. Aproximadamente el 13 % de los pacientes permanecen en cama durante 1 ó 2 días, y alrededor del 0,4 % de los pacientes requieren ingreso hospitalario en el extranjero o después de regresar a casa 2. El curso clínico tiende a ser más severo y prolongado en los niños, especialmente en los menores de 2 años.

Prevención de la diarrea del viajero

Este tipo de diarrea se puede prevenir estableciendo algunas rutinas básicas en nuestro destino de viaje. Te detallamos a continuación las más importantes a tener en cuenta:

Beber bebidas seguras

  • Intenta beber siempre las bebidas embotelladas y cerradas. Procura no beber agua del grifo, y comprueba siempre que puedas que la botella no ha sido abierta previamente y vuelta a rellenar.
  • Es preferible que no uses agua del grifo para hacer hielo que luego vayas a consumir, ni para cepillarte los dientes, ni para lavar alimentos. Usar agua embotellada en su lugar.
  • Es recomendable no tragar agua cuando te duches o te bañes.  
  • Si no tienes acceso al agua embotellada, puedes hervir el agua del grifo durantel 10 minutos antes de consumirla. De esta manera eliminaremos a la mayoría de los patógenos. Es importante mencionar que cuando se viaja a altitudes superiores a los 2000 m, se recomienda hervir este agua durante más tiempo debido a que la presión atmosférica a esa altitud es más baja. 
  • También se puede desinfectar el agua con lejía común (3 gotas de lejía de 12º por litro de agua), con productos que liberan cloro (una pastilla por litro de agua) y con sales de plata o yodo (10 gotas de tintura de yodo por litro de agua). Los equipos portátiles que asocian un filtro y un desinfectante (resina yodada) son una muy buena opción para los viajeros de aventura 1.

Cuidar la ingesta de alimentos

Así como debemos evitar en la medida de lo posible el contacto del agua corriente con los alimentos, también debemos evitar el consumo de ensaladas y vegetales crudos, pelar las frutas y verduras nosotros mismos, y evitar el consumo de cubitos de hielo en las bebidas.

Por otro lado, es importante evitar la ingesta de alimentos crudos o poco cocinados que se han mantenido sin refrigeración durante algunas horas, así como la ingesta de alimentos poco cocidos y alimentos comprados a vendedores ambulantes y en algunos restaurantes con poca higiene.

Asimismo, debemos evitar los helados, natillas, flanes, cremas y derivados lácteos que no hayan sido pasteurizados.

Es útil sintetizar todos estos consejos recordando la frase: “Hiérvalo, cocínelo, pélelo, o de lo contrario déjelo” 1.

Probióticos para la diarrea del viajero 

Los probióticos como Lactobacillus rhamnosus GG, Lactobacillus acidophilus y Saccharomyces boulardii se han utilizado en el tratamiento y la prevención de la diarrea del viajero debido a sus efectos beneficiosos sobre la flora intestinal y la eliminación eficaz de bacterias patógenas 2. Un metanálisis de 2018 de 12 ensayos clínicos aleatorizados en los cuales se evaluaron un total de 3736 personas, mostró una reducción significativa de la diarrea del viajero a través del consumo de S. boulardii 2, y una tendencia a la reducción de la misma con la profilaxis de L. rhamnosus, mientras que no se observó ninguna reducción de esta diarrea con la profilaxis de L. acidophilus. Se ha sugerido que la segunda generación de simbióticos bifidobacterianos con galactooligosacáridos tiene potencial en la prevención de la diarrea del viajero. Sin embargo, no se ha sometido a ensayos clínicos rigurosos 2.  

Saccharomyces boulardii, el probiótico más efectivo

Hasta la fecha esta cepa probiótica ha demostrado por tanto ser la única y la más eficaz en la prevención y tratamiento de la diarrea del viajero, e idealmente se puede encontrar combinada con L. rhamnosus. A continuación te enseñamos una opción recomendable de suplemento con estos probióticos que se encuentra actualmente a tu alcance:

Vital Biota DR Sura Vitasan, 30 cápsulas

Vital Biota-DR es una combinación potente y avanzada de 11 cepas bacterianas seleccionadas + S. boulardii, F.O.S (achicoria) y A.O.S (alerce). Aporta un mínimo de 21.000 millones de bacterias viables por cápsula con cobertura entérica PH5D para una óptima protección frente a las secreciones ácidas del estómago, por lo que es un probiótico eficaz contra la diarrea del viajero.

Synerbio Saccharomyces Boulardii 30 cápsulas, Viridian

Viridian es otra marca que nos gusta recomendar porque sus ingredientes activos son 100% naturales y de gran pureza, con fórmulas efectivas y de alta biodisponibilidad. En este sentido Synerbio Saccharomyces Boulardii, es un probiótico que contiene Saccharomyces boulardii, además de Lactobacillus acidophilus y tres cepas de Bifidobacterium. Su fórmula incluye también prebióticos para promover la colonización de Lactobacilli y Bifidobacteria.

Otros probióticos complementarios de eficacia no del todo probada

De acuerdo con esta investigación 2  los simbióticos que contengan cepas probióticas de lactobacillus, tales como L-rhamnosus, Lactobacillus acidophilus o Bifidobacterium bifidum, pueden servir de apoyo para la profilaxis de la diarrea, una vez más, idealmente si se encuentran en combinación con la cepa S. boulardii mencionada arriba, de eficacia ampliamente contrastada.

Otros consejos a tener en cuenta

Lavarse las manos con frecuencia y usando jabón es especialmente importante antes de comer o de llevarse algo a la boca, al manipular alimentos, al ir al baño, etc. Para secarlas, puedes usar una toalla limpia o simplemente aire. Ten en cuenta que las manos húmedas pueden suponer un riesgo de infección. Si sales al campo, puedes llevar jabón o solución hidroalcohólica.

También, y no menos importante, asegúrate de que los cubiertos que utilizas están limpios y secos, y en la medida de lo posible, evita que los más pequeños se lleven las manos y cosas a la boca, ya que son los más sensibles a contagiarse de algún patógeno que desencadene este trastorno.

Tratamiento para la diarrea del viajero

Los objetivos del manejo son principalmente mantener una hidratación óptima, minimizar la gravedad y la duración de la enfermedad diarreica, evitar la cancelación de las actividades planificadas, restaurar el estado funcional y erradicar el patógeno 

Tanto los niños como los ancianos son particularmente susceptibles y menos tolerantes a la pérdida de líquidos y electrolitos. Para la mayoría de los casos de diarrea del viajero, la corrección de la pérdida de agua y electrolitos es el pilar del tratamiento y esto se puede lograr preferiblemente con soluciones de rehidratación oral 2. Estas sales de rehidratación oral preenvasada deben mezclarse con agua limpia, hervida, embotellada o filtrada 2 . Si el afectado es un bebé lactante, se debe fomentar la lactancia materna en su caso, y complementar el tratamiento con una solución de rehidratación oral si es necesario 2 . Complementariamente y según la gravedad de la infección, existen otras alternativas para abordar el tratamiento eficazmente que detallaremos a continuación. 

La mayoría de los casos de diarrea del viajero son leves y autolimitados y no requieren tratamiento con antibióticos o agentes antimotilidad/antisecretores. 

Para la diarrea del viajero leve, no se recomienda el uso de antibióticos, en este caso se puede considerar el uso de subsalicilato de bismuto o loperamida. Esta a su vez se puede considerar como monoterapia para el tratamiento de la diarrea del viajero moderada y como terapia adyuvante para el tratamiento de la diarrea del viajero de moderada a grave 2.

Para la diarrea del viajero moderada, se pueden usar antibióticos como las fluoroquinolonas, la azitromicina  y rifaximina (recomendación débil, nivel de evidencia moderado).

Finalmente, para la diarrea del viajero grave, se deben usar antibióticos como azitromicina, las fluoroquinolonas y la rifaximina. En este sentido, la azitromicina se puede usar incluso para el tratamiento de la disentería, mientras que las fluoroquinolonas y la rifaximina no se pueden usar para tal fin 2.

 Se debe buscar atención médica si hay síntomas/signos de deshidratación, diarrea con sangre, vómitos intratables, dolor abdominal intenso y fiebre alta, especialmente en aquellos que no mejoran con la terapia antibiótica dentro de las 36 horas  [1,2]. . También en casos donde la duración de la diarrea es de más de cinco días y cuando al cabo de los días se siguen presentando claros signos de deshidratación: sequedad de piel y en boca, sed intensa, orinas muy oscuras y poca cantidad, ausencia de lágrimas en un niño que llora, etc.  Si persiste a la vuelta del viaje, es preciso consultar un servicio especializado.

Medicamentos

Para la diarrea del viajero leve, no se recomienda el uso de antibióticos. Se puede considerar el uso de subsalicilato de bismuto o loperamida.

El uso de estos medicamentos no debe usarse de forma rutinaria debido al potencial de alteración de la flora intestinal, el desarrollo de eventos adversos y de resistencia a los antimicrobianos, pudiendo producir posibles interacciones medicamentosas. Se debe considerar la profilaxis antimicrobiana para las personas que tienen una mayor susceptibilidad a la diarrea del viajero y que tienen un alto riesgo de sufrir complicaciones graves. En todo caso, cualquiera de estos tratamientos deben ser a corto plazo, no excediendo los 14 días 2, y bajo supervisión médica.

Loperamida y difexinolato

Este fármaco tiene un inicio de acción rápido y es particularmente útil en el tratamiento de la diarrea del viajero leve y moderada. Aunque los agentes antisecretores/antimotilidad no erradican el patógeno, pueden acortar la duración y reducir la gravedad de la diarrea, por lo que se puede considerar para los viajeros que prefieren un alivio oportuno de la diarrea. La loperamida es un agente similar a los opioides que se toma por vía oral. Es relativamente no absorbible; por lo tanto, sólo cantidades insignificantes llegan a la circulación sistémica. La loperamida tiene un perfil de seguridad favorable, pero debe evitarse si la persona afectada tiene fiebre alta, calambres abdominales intensos o disentería debido al riesgo de megacolon tóxico y perforación intestinal 2. Este medicamento no debe administrarse a niños ≤ 2 años debido al riesgo potencial de depresión del sistema nervioso central 2.

Por otro lado, el difenoxilato (Lomotil), otro agente antimotilidad, también es eficaz para el tratamiento de la diarrea del viajero al reducir la tasa de frecuencia de las deposiciones, cuando se combina con atropina. La dosis recomendada para personas mayores de 13 años es de 5 mg de difenoxilato/0,5 mg de atropina cada 6 horas durante un máximo de 48 horas. Pero destacamos que no se ha establecido la seguridad y eficacia del difenoxilato en niños menores de 12 años de edad 2

Subsalicilato de bismuto

El subsalicilato de bismuto (Pepto Bismol) también es eficaz para el tratamiento de la diarrea del viajero proporcionando una tasa de protección del 60 al 65 %, sin embargo, es menos efectivo que la loperamida 2. Este medicamento posee propiedades antisecretoras y es capaz de neutralizar las toxinas de la E. Coli enterotóxica, el patógeno más común que causa este tipo de diarrea2. Algunas desventajas asociadas al subsalicilato de bismuto incluyen las dosis grandes y frecuentes de la preparación líquida del medicamento y la aparición de eventos adversos como ennegrecimiento de la lengua, heces negras, toxicidad por salicilatos, síndrome de Reye y tinnitus2. Este medicamento no se recomienda para mujeres embarazadas y niños, ni para personas con alergia a la aspirina, insuficiencia renal o gota, o para quienes toman anticoagulantes, probenecid o metotrexato. Para aquellos pacientes con náuseas y vómitos severos coexistentes, se puede administrar ondansetrón (Zofran) 2

Antibióticos: rifaximina, azitromicina y fluoroquinolonas

La terapia antimicrobiana es eficaz para reducir la duración y la gravedad de la diarrea del viajero para aquellos que van a áreas de riesgo moderado y alto, y podría ser apropiado proporcionarles un ciclo corto de un antibiótico sólo en caso de que desarrollen diarrea moderada o severa 2. La elección del antibiótico debe guiarse a través de una evaluación cuidadosa de los beneficios y riesgos asociados con su uso para el paciente. 

La rifaximina es eficaz y segura. Es el fármaco de elección para la prevención de la diarrea del viajero 2 , tiene un amplio espectro de actividad y ha sido aprobada para el tratamiento de personas mayores de 12 años que presentan diarrea del viajero sin complicaciones. La dosis recomendada es de 200 mg tres veces al día durante tres días. Se debe tener en cuenta por contra, que este medicamento se absorbe mal en el tracto gastrointestinal, por lo que alcanza una alta concentración en los intestinos, aunque a su favor, tiene efectos secundarios mínimos. Este medicamento  no debe utilizarse para el tratamiento de la disentería 2. Un metanálisis de cinco ensayos controlados aleatorios con una población de 879 personas que comparó la rifaximina con placebo encontró una reducción significativa en el riesgo de diarrea del viajero. Si se usa rifaximina para la prevención, se debe usar azitromicina para tratar la diarrea del viajero, pero de ninguna manera usar la azitromicina en prevención 2

Tanto la azitromicina (Zithromax, Azithrocin) como las fluoroquinolonas tienen una eficacia similar. Por su parte, la azitromicina es muy eficaz contra la mayoría de los patógenos que causan la diarrea del viajero y es eficaz en el tratamiento de pacientes con infección por Campylobacter2 . Es el fármaco de elección para el tratamiento de la diarrea del viajero grave o febril, la disentería y la diarrea del viajero de moderada a grave entre los viajeros al sudeste asiático, donde prevalecen los patógenos resistentes a las fluoroquinolonas2 .

Las fluoroquinolonas, como la ciprofloxacina (Cipro), la levofloxacina (Levaquin, Leva-Pak, Quixin) y la ofloxacina (Floxin), son eficaces contra un amplio espectro de patógenos entéricos bacterianos. A pesar de que las fluoroquinolonas son los fármacos de elección para la mayoría de los destinos 2 , la resistencia a las fluoroquinolonas está aumentando, particularmente en el sudeste asiático, donde Campylobacter jejuni es una causa común de diarrea del viajero. Las fluoroquinolonas están contraindicadas en mujeres embarazadas y no se recomiendan para niños menores de 8 años. Tampoco se recomienda su uso para la profilaxis de esta diarrea debido al aumento de la resistencia bacteriana y los efectos adversos asociados a su uso prolongado 2.

Vacunas

Actualmente, no hay vacunas autorizadas para la prevención de la infección por E. Coli enterotóxica, que es la principal causa de la diarrea del viajero 2, aunque los últimos experimentos en ratones apuntan a un potencial desarrollo de las mismas. Sí bien es cierto, que existen vacunas eficaces para la prevención de la gastroenteritis grave por rotavirus, del cólera y de la fiebre tifoidea 2.

Las últimas investigaciones han dado a conocer un método para la inducción de la inmunidad y la prevención de la diarrea resultante de Escherichia coli. El método proporciona la inducción de anticuerpos capaces de inhibir la adherencia y colonización de Escherichia coli a las células intestinales del huésped, por lo que puede prevenirse la diarrea del viajero. Las dosis de refuerzo deben administrarse al menos 1 semana después de la dosis inicial con una dosis unitaria. Actualmente esta novedad se encuentra en investigación y no se encuentra implantada en la mayoría de los sistemas de salud nacionales 2

Complementos alimenticios

Como hemos comentado anteriormente, los complementos alimenticios que gozan de mayor respaldo científico son los probióticos y simbióticos que contienen la cepa probiótica S. boulardii 2 en presentaciones que ofrezcan buena biodisponibilidad. 

Pero paralelamente, las últimas investigaciones 2 apuntan a que los suplementos que se componen de aproximadamente 1000 mg de extracto de té verde con al menos un 90 % de catequinas, 4 g de goma de guar parcialmente hidrolizada, 100 mg de L-teanina y combinado con edulcorantes sin azúcar que no contienen poliol, pueden ser una ayuda eficaz para la prevención o el tratamiento de la diarrea del viajero. 

Por otro lado, una composición antidiarreica consistente en una solución acuosa de calcio, potasio, magnesio, zinc, sodio, cloruro, bicarbonato y triptófano; y, opcionalmente, uno o más ingredientes seleccionados de vitaminas; conservantes; aromatizantes; con el ácido conjugado y base conjugada de butirato y ácido acético, respectivamente, ha sido constatada 2 como una alternativa válida para el tratamiento de la diarrea causada por E. coli, Vibrio cholerae, Vibrio parahaemolyticus, Clostridium perfringens, Clostridium difficile, Staphylococcus aureus, Salmonella spp., parvovirus, rotavirus, adenovirus, calicivirus, astrovirus, Cryptosporidia, Giardia lamblia y Entamoeba histolytica.

Por último, y aunque la ciencia aún no le haya dado la razón, las semillas de pomelo gozan de gran fama en la sabiduría popular para el tratamiento de episodios diarreicos. El extracto de semillas de pomelo fue documentado por primera vez por sus numerosos usos medicinales en 1972 por el físico Jacob Harich por sus numerosos usos medicinales 3 , ya que tradicionalmente tenía un uso muy extendido como desinfectante en multitud de países. Muchas poblaciones, desde Sudamérica hasta Europa o Asia han utilizado el extracto para limpiar la piel, el pelo y superficies domésticas; también considerado como un potente antimicrobiano, hecho que ha sido probado en modelos in vitro 3. Además, el extracto de semillas de pomelo tiene gran cantidad de fitonutrientes, llamados bioflavonoides. Uno de estos potentes bioflavonoides contiene hesperidina, el cual ha demostrado en modelos animales 4 ser de gran ayuda para reforzar el equilibrio de la función inmune. 

Dieta para la diarrea del viajero

En este sentido, lo principal es prevenir la deshidratación. En cuanto la diarrea comienza, se debe aumentar la toma de líquidos. Si la diarrea continúa más allá de 24 horas puedes optar por los sobres de rehidratación oral (1 sobre en 1 litro de agua) e ingerir alimentos de forma normal,  procurando evitar los lácteos y prefiriendo alimentos como arroz cocido, fruta pelada, tostadas de pan o sopas. 

Si no dispones de sobres de rehidratación oral puedes optar por una preparación casera hecha con 1 litro de agua al que se añaden 6 cucharaditas rasas de azúcar y 1 cucharadita rasa de sal. Se recomienda que la cantidad de líquidos a ingerir sea: en niños menores de 2 años 1/4-1/2 vaso (50-100 ml) después de cada deposición, en los niños de 2-10 años 1/2-1 vaso (100- 200 ml) después de cada deposición y en los adolescentes y adultos, sin límite 1.

Si bien es cierto que existen alimentos de alto riesgo los cuales incluyen 1: moluscos, crustáceos, frutas sin lavar o peladas, ensaladas, mayonesa y alimentos que la contengan, leche y sus derivados, postres, quesos y embutidos. Por otro lado, los alimentos más seguros incluyen: panes y derivados, carnes y pescados bien cocidos, frutas enteras que puedas pelar tú mismo, verduras cocidas, pasta sin huevo recién cocida… etc.

Conclusiones

La diarrea del viajero es la causa más común de discapacidad entre los viajeros internacionales a países en desarrollo. Si bien la reducción en la incidencia de la diarrea del viajero depende más del nivel de saneamiento en el lugar de destino que de las precauciones e intervenciones implementadas por el viajero, estos deben recibir asesoramiento sobre higiene personal y orientación anticipada sobre seguridad alimentaria y vacunación previa al viaje. Deben tener cuidado al seleccionar cuidadosamente los alimentos más seguros. Más allá de la profilaxis, el uso de soluciones de electrolitos para evitar la deshidratación, y el uso de agentes antimicrobianos y antimotilidad en los casos más severos, puede reducir la gravedad de la diarrea, así como el uso respaldado científicamente de ciertas cepas probióticas y algunos complementos alimenticios, que ayudan a restaurar eficientemente el equilibrio de la flora intestinal tras haber padecido este trastorno. 

Referencias

1. FEAD. Fundación Española del Aparato Digestivo. Diarrea del viajero (Disponible online). https://www.saludigestivo.es/mes-saludigestivo/toxiinfecciones-alimentarias/diarrea-del-viajero/ 

2. Leung AKC et al. Travelers’ Diarrhea: A Clinical Review. Recent Pat Inflamm Allergy Drug Discov. 2019 May; 13(1): 38–48.

3. Parazytol W. [Effects of 33% grapefruit extract on the growth of the yeast–like fungi, dermatopytes and moulds. 2001;47(4):845-9.

4. Camps-Bossacoma M et al. Influence of Hesperidin on the Systemic and Intestinal Rat Immune Response. Nutrients. 2017 Jun; 9(6): 580. 

Belén Miralles
Belén Miralles es graduada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad CEU San Pablo, con estudios superiores de máster en Fitoterapia por la Universidad de Barcelona. Ha desarrollado su carrera profesional tanto en el ámbito de la nutrición clínica a través de la consulta de pacientes, como en el ámbito industrial y comercial en laboratorios de complementos alimenticios. Ha participado de forma activa en publicaciones científicas y como ponente en diferentes congresos. Belén colabora con El Búho Verde en la redacción de nuestros contenidos, y actualmente también colabora con otras publicaciones en varias revistas de salud.