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Agua alcalina contra la acidosis metabólica

Antes de comenzar a hablar sobre el agua alcalina, hemos de hablar del pH para explicar en qué consiste el agua alcalina. El término pH proviene de la palabra alemana “potenz” que indica potencial y la H de hidrógeno por lo que se podría traducir como “potencial de hidrógeno”. El pH indica la acidez o alcalinidad de una sustancia.

La escala del pH va de 0 a 14, siendo pH 7 el valor neutro. Valores de más de 7 indican que la sustancia es alcalina, por el contrario, los inferiores reflejan una sustancia más bien ácida.

Ahora ya podemos intuir que el agua alcalina es aquel cuyo pH es mayor que 7.

Con respecto a la acidosis metabólica, se produce cuando existe demasiado ácido en los fluidos del cuerpo, esto puede ocurrir por el simple trascurso de la vida y puede ser agravado por unos malos hábitos alimenticios y por el estrés cotidiano.

La acidosis metabólica consume mucha glutamina, que es uno de los aminoácidos más abundantes de nuestro cuerpo. La glutamina forma parte del glutation, cuyo descenso lleva a la acumulación de radicales libres y por ende se aumenta en mucho la probabilidad de sufrir un sinfín de enfermedades.

Beneficios del agua alcalina

Los beneficios del agua alcalina son numerosos, es un remedio estimulante y tonificante a nivel general, además es un potente antioxidante natural que ayuda a estabilizar la presión arterial, proporciona energía y vitalidad, y mejora la digestión de los alimentos. También se caracteriza por ayudar a la regeneración de los tejidos ayudando a cicatrizar heridas e irritaciones en la piel y por aliviar las úlceras de estómago y del duodeno ya que ayuda a controlar la acidez en el estómago.

El agua alcalina también hace que las moléculas del agua sean prácticamente la mitad del tamaño que en el agua potable normal, lo que ayuda a que el agua penetre en los tejidos más eficazmente hidratándolos, y ayudando a disolver y eliminar toxinas y otros desechos que nuestro cuerpo no necesita.

El agua alcalina es capaz de prevenir y mejorar más de 60 enfermedades (ordenadas alfabéticamente): abscesos, supuraciones, acidez en el estomago, acné, adenoma de la próstata, agrietamientos en la piel de los talones, alergias, alopecia, anginas, bronquitis, brucelosis, colecistitis, colitis, conjuntivitis y orzuelos de los ojos, constipado, debilidad sexual, dermatitis alérgica, dermatomicosis, diabetes, diarrea, diatesa, dolor de cabeza, dolor de muelas, dolores de garganta, eczemas, erosión del cuello del útero, erupciones en la cara, estomatitis, estreñimiento, forunculosis, gastritis, gingivitis, gripe, hemorroides, hepatitis, heridas de corte y rasguños, heridas supurantes, herpes, hipertonía (presión arterial alta), hipotonía (presión arterial baja), hongos, laringitis, llagas producidas por yacimiento continuo, lombrices, mejorar la circulación de sangre, mejorar la digestión, olor de los pies, osteochondrosis, otitis, paraproctitis, poliartritis, prevención de los resfriados, prevención del insomnio y alta irritabilidad, psoriasis, quemaduras, radiculitis, reumatismo, tonsilitis, tos, ulcera del estómago o del duodeno, vaginitis, venas varicosas,…

No es necesario beber sólo agua alcalina, pero uno o dos vasos al día se notan y mucho.

Cómo se obtiene el agua alcalina

Existen diferentes métodos para la obtención del agua alcalina, así mismo también se vende agua alcalina embotellada.

Los métodos más comunes para generar agua alcalina se basan en la utilización de jarras específicas que consiguen aumentar el pH del agua hasta pH 8 o 9 en función de la calidad del aguan.

Existen dos tipos de jarras, las que utilizan filtros y las que no:

Las primeras de ellas, además de cambiar el pH del agua, lo filtran eliminando metales pesados, reduciendo la cal y absorbiendo olores y sabores. Posteriormente lo ionizan para incrementar el pH del agua y hacerla alcalina. Este tipo de jarras son más recomendadas si se va a utilizar agua del grifo.

Las jarras que no utilizan filtros, se basan en el uso de electrodos que, conectadas a la corriente eléctrica, consiguen, con el intercambio de iones, que parte del agua de la jarra sea alcalina mientras otra parte se convierte en ácida. Ambas aguas tienen sus propiedades beneficiosas para nuestro organismo.

Adicionalmente, es posible adquirir agua embotellada ya alcalinizada o utilizar pequeños filtros que, mantenidos en un recipiente con agua, son capaces de alcalinizarla.

Con este post esperamos que tengas más claro en qué consiste el agua alcalina y que te animes a probarla porque… funciona!

Alicia Navas
Fundadora de El Búho Verde, trabaja con los laboratorios de complementos alimenticios para traerte los productos naturales con las fórmulas más efectivas. Su misión también consiste en mantener una comunicación directa y fluida para asegurar el mejor servicio a los clientes de El Búho Verde.