Índice de contenidos
- Causas de la tendinitis calcificada
- Calcificaciones del hombro
- Calcificaciones en el tendón rotuliano
- Calcificaciones en el tendón de Aquiles
- Síntomas de la tendinitis calcificada
- Tratamiento de la tendinitis calcificada
- Conclusión
- Referencias
Llamamos tendinitis calcificada a un trastorno que afecta a los tendones y que se caracteriza por la acumulación de depósitos de calcio que pueden causar dolor, inflamación y limitar el movimiento de la zona afectada. Aunque puede darse en todos los tendones, la tendinitis calcificada es más prevalente en el hombro, siendo las personas entre 40 y 50 años las que más la sufren.
Causas de la tendinitis calcificada
La aparición de cristales de calcio en los tendones puede tener diferentes causas, siendo en ocasiones difícil de descubrir el origen exacto del problema. Sin embargo, entre los causantes más comunes, podemos encontrar:
- Ejercicios repetitivos durante la práctica de ejercicio u otras actividades que sobrecarguen el músculo con movimientos intensos.
- La existencia de lesiones puede hacer que el calcio se acumule en los tendones, ya que parece que la alteración del flujo sanguíneo en casos de lesión, puede crear unas condiciones que promueven la acumulación de depósitos de calcio. Otros factores como la inflamación, la respuesta del sistema inmunológico al trauma, variaciones en la composición del líquido sinovial, así como los daños en el tendón, pueden explicar la relación entre lesiones y la tendinitis calcificada.
- La edad trae consigo que los tendones sean más dados a lesionarse debido a la disminución del riego sanguíneo, y a la degeneración natural de los tejidos conectivos que sucede con el paso del tiempo.
- Predisposición genética a la aparición de los depósitos de calcio en los tendones.
- Problemas en la asimilación de ciertos nutrientes, como el calcio y el fósforo, causados por trastornos metabólicos o por una mala alimentación.
Las calcificaciones pueden afectar a diferentes tendones a lo largo del cuerpo, siendo las más comunes en el hombro, en el tendón rotuliano y en el tendón de Aquiles:
Calcificaciones del hombro
La aparición de depósitos de calcio en el interior del tendón del hombro es bastante común debido a la gran movilidad de la articulación. En más de un 60% de los casos afecta al tendón supraespinoso13, que forma parte del manguito de los rotadores y es de los tejidos conectivos más importantes de la articulación del hombro. Se manifiesta normalmente en el derecho, aunque puede darse en los dos hombros.
La tendinopatía cálcica o calcificante de hombro está relacionada con patologías como diabetes, hipotiroidismo, y podría tener relación con las posturas en el trabajo. El síntoma predominante es el dolor de aparición aguda, y también puede estar asociada con pérdida de rangos articulares.
Doctor Figueredo Ojeda, Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Hospital Quirón de Madrid
Suele comenzar con un dolor agudo y repentino en uno de los hombros, que coincide con la fase de reabsorción del calcio y que disminuye en intensidad con el transcurso de los días hasta que termina la crisis. Otros desencadenantes de estos episodios pueden ser la irritación del tendón o la inflamación aguda que comprime los tejidos circundantes.
Entre una crisis y otra, las personas afectadas pueden no sufrir síntomas, o experimentar un dolor más moderado y problemas para mover el brazo o pérdida de fuerza. En muchas ocasiones las calcificaciones terminan por absorberse solas
Calcificaciones en el tendón rotuliano
Además de en el hombro, pueden aparecer calcificaciones en otras partes del cuerpo, por ejemplo en el tendón rotuliano, que pierde elasticidad y se endurece, afectando sobre todo a las personas que practican deporte y siendo las lesiones mal curadas una de sus principales causas14. Aunque sus síntomas no suelen ser graves, sí que pueden resultar limitantes, al tener un impacto importante en la movilidad, e ir acompañadas de dolor en la parte delantera de la rodilla.
Calcificaciones en el tendón de Aquiles
La acumulación de calcio también puede darse en el tendón de Aquiles, que es un fuerte tejido fibroso que conecta los músculos de la pantorrilla (el músculo gastrocnemio y el músculo sóleo) con el hueso del talón (calcáneo). Por eso también se le conoce como tendón calcáneo y es clave para desarrollar actividades del día a día como andar, correr y saltar, ya que su función principal es la de permitir la flexión plantar.
La tendinitis calcificada en el tendón de Aquiles suele provocar dolor agudo en la parte posterior del tobillo, pudiendo incluso cronificarse. Este dolor junto con la inflamación, crea rigidez en la articulación afectando bastante al movimiento.
Síntomas de la tendinitis calcificada
La acumulación de depósitos de calcio en el hombro o en otros tendones puede conllevar la aparición de tendinitis calcificada, que a su vez trae consigo molestos síntomas. Aunque éstos pueden variar en gran medida de persona a persona, e incluso no presentar síntomas (aproximadamente hasta un 20% de los afectados por tendinitis calcificante de hombro son asintomáticos), los síntomas pueden ir progresando de manera gradual y suelen incluir como ya hemos mencionado:
- Dolor, pudiendo ser moderado o intenso, y que aparece sin causa aparente de manera aguda y se agrava especialmente al realizar ciertos movimientos.
- Aparece una reacción inflamatoria en el área afectada, con hinchazón y enrojecimiento.
- En algunos casos aparecen bultitos
- Se da también rigidez con limitación de movimientos en la articulación
- Empeoramiento de la función muscular, que causa debilidad en el músculo afectado
Tratamiento de la tendinitis calcificada
El tratamiento puede variar según el paciente y en qué momento se encuentre, siendo normal durante crisis agudas centrarse únicamente en el control del dolor con la administración de analgésicos y antiinflamatorios orales, y la aplicación de hielo local durante varios días.
El tratamiento inicial consiste en fisioterapia, y en casos en los que no exista mejoría, se puede realizar infiltración ecoguiada y barbotaje de la lesión para extraer el calcio, una técnica percutánea sencilla que se realiza bajo anestesia local basada en la punción en la calcificación para fragmentar su contenido cálcico. De cara a las infiltraciones, es preferible la infiltración de A-PRP® en conjunto con ácido hialurónico para ayudar a la regeneración del tejido, además de que contribuye a disminuir la inflamación y el dolor.
Doctor Figueredo Ojeda, Cirugía Ortopédica y Traumatología en el Hospital Quirón de Madrid
A-PRP® es un concentrado de plaquetas conseguido a partir de un pequeño volumen de sangre del paciente, de alta viabilidad. Se obtiene rápidamente gracias al gel separador de células Regenkit A-PRP®, que ha ayudado a más de 2 millones de pacientes en casos de tendinopatías1-5, condropatías6-7, osteoartritis8-9 y dolor de espalda10-12. Aunque el proceso de obtención del preparado de plaquetas es sencillo, tiene que ser realizado por un especialista, por lo que consulta con tu traumátologo sobre la posibilidad de este tratamiento, o con Blisscare, la empresa distribuidora de este kit, donde podrán orientarte sobre los centros donde puedes encontrar esta técnica.
Otro tipo de infiltraciones son las de corticoides y anestesia, que si bien son efectivas en el tratamiento del dolor, puede aumentar el riesgo de rotura tendinosa a largo plazo.
Para controlar el dolor también se puede recurrir a las Ondas de Choque, que no es tan eficaz en la eliminación de la calcificación como la punción.
Por último, existe la posibilidad de cirugía en aquellos casos en los que no haya mejora con los tratamientos anteriores. En todo caso, será el especialista el que tendrá que valorar las mejores opciones para cada paciente, en base a su diagnóstico personalizado.
Tratamiento natural de la tendinitis calcificada
Como acabamos de ver, existen diferentes líneas de tratamiento dependiendo de la situación del paciente y del alcance de la dolencia. En base a esta información, el médico especialista, normalmente el traumatólogo, podrá hacer una recomendación personalizada.
Además, existen opciones naturales que se pueden emplear sobre todo para aliviar la inflamación y el dolor. Por ejemplo, muchas personas encuentran muy útil la toma de plantas como la cúrcuma15, el jengibre, el harpagofito y la boswellia, que inhiben la actividad de moléculas proinflamatorias y modulan diversas vías inflamatorias en el cuerpo, reduciendo la inflamación en los tendones afectados. Además, los ácidos grasos esenciales Omega 3, cuyas fuentes principales son el aceite de pescado y el aceite de krill, también ayudan en casos de inflamación, al regular la producción de mediadores inflamatorios en el organismo, como los eicosanoides.
En el mercado de los suplementos naturales se pueden encontrar estos ingredientes, solos o en sinergia con otros, para mayor efectividad. En El Búho Verde, recomendamos los siguientes:
Conclusión
La tendinitis calcificada es un trastorno que ocurre por la acumulación de depósitos de calcio en el tendón, afectando en mayor medida al hombro, pero también a otros como el tendón de Aquiles y el tendón rotuliano. Puede causar episodios de dolor agudo, y otros síntomas como la inflamación y la pérdida de movilidad. Aunque en muchas ocasiones, las calcificaciones terminan por absorberse solas, en la actualidad existen diferentes tratamientos dependiendo del grado de la tendinitis. Si crees que puedes tener alguno de estos síntomas, acude al especialista más cercano.
Referencias
1. Le Coz J. Traitement de 22 cas de tendinites du coude, rebelles aux traitements classiques, por inyección de plasma en placas (PRP). Journal de Traumatologie du Sport 2011; 28: 83-9.
2. Goh P. Optimización del tratamiento de PRP y recuperación de deportistas lesionados: una experiencia médica de cinco años. Proceedings Biobridge Generation Regeneration Congress, 2013.
3. Peetrones P, Grison J-M. Tratamiento de tendinopatías mediante PRP bajo guía ultrasónica. Proceedings Biobridge Generation Regeneration Congress, 2013.
4. Grison J-M. Estudio de la reutilización de deportistas afectados por tendinopatía tras un tratamiento con PRP. Proceedings Biobridge Generation Regeneration Congress, 2014.
5. Strakhov M. Uso de PRP-terapia para atletas con localización de dolor extraarticular. Proceedings Biobridge Generation Regeneration Congress, 2014.
6. Napolitano M, Matera S, Bossio M, et al. Gel de plaquetas autólogo para la regeneración de tejidos en trastornos degenerativos de la rodilla. Transfus de sangre 2012; 10: 72-7.
7. Tirindelli M C, Vadalà G. Eficacia clínica del plasma rico en plaquetas para tratar patologías articulares crónicas. Proceedings Biobridge Generation Regeneration Congress, 2014.
8. Gobbi A, Karnatzikos G, Mahajan V, Malchira S. Tratamiento con plasma rico en plaquetas en pacientes sintomáticos con osteoartritis de rodilla: resultados preliminares en un grupo de pacientes activos. Salud Deportiva: A. Enfoque multidisciplinario 2012; marzo: 162-72
9. Gobbi A, Lad D, Karnatzikos G. Los efectos de las inyecciones repetidas intraarticulares de PRP en los resultados clínicos de la osteoartritis temprana de la rodilla. Rodilla Cirugia Deportiva Traumatol Artrosc.
10. Chen W C-C. Las inyecciones de PRP guiadas por ultrasonido para afecciones degenerativas cervicales mejoran la seguridad y la eficacia. Proceedings BioBridge Generation Regeneration Congress, 2016.
11. Adam P. Un nuevo tratamiento para la patología de la articulación facetaria lumbar: la inyección guiada por PRP CT. Proceedings BioBridge Generation Regeneration Congress, 2016.
12. Saunders J. Una comparación del uso de PRP frente a las inyecciones de glucosa hipertónica en el tratamiento de la incompetencia mecánica SIJ. Un estudio piloto. Proceedings BioBridge Generation. Congreso de Regeneración, 2016.
13. Dr. Santiago Arauz, Clínica CEMTRO https://www.clinicacemtro.com/traumatologia/unidad-de-hombro/tendinitis-calcificante-hombro/
14. Dr. Vicente de la Varga, Clínica CAMDE https://camde.es/como-tratar-la-calcificacion-de-la-rodilla/
15. Chandran B1, Goel A. A randomized, pilot study to assess the efficacy and safety of curcumin in patients with active rheumatoid arthritis. DOI: 10.1002/ptr.4639
